Bernabé apóstol
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Bernabé (en griego Βαρναβᾶς) La Sagrada escritura lo presenta
como un apóstol y como San Pablo, considerado
por la Iglesia en la categoría de los doce aunque no sea ninguno de ellos,
originario de Chipre, fue un judío que pertenecía a la tribu de Leví, vivió durante el siglo I.
Conversión
Su nombre original era José. Los apóstoles lo
cambiaron por el de Bernabé, que significa Hijo de la Exhortación,
aunque según San Lucas significa el esforzado, el
que anima y entusiasma.
Los Hechos de los Apóstoles afirman, en el capítulo 4
versículos 34 a 37, que Bernabé vendió su finca y el producto que de ella
obtuvo lo entregó a los apóstoles para distribuir entre los pobres.
Fue un gran colaborador de San Pablo quien a su regreso a Jerusalén, tres años después de su conversión, recibió de
Bernabé apoyo ante los demás apóstoles, e intercesión para obtener la aceptación
del resto de los apóstoles de Jerusalén a su ministerio.
No se encuentra entre los doce elegidos por Jesucristo, pero probablemente fue uno de los setenta discípulos
mencionados en el Evangelio. Bernabé es considerado apóstol por
los primeros Padres de la Iglesia y también por San Lucas por la misión especial que le
confió el Espíritu Santo.
Los Apóstoles lo apreciaban mucho por ser "un
buen hombre, lleno de fe y del Espíritu Santo" (Hechos 11,24), por eso lo
eligieron para la evangelización de Antioquía. Con sus prédicas aumentaron los convertidos.
Labor con Pablo
Se fue a Tarso, y se asoció con San Pablo. Juntos obtuvieron un éxito extraordinario.
Regresaron a Antioquía, donde permanecieron por un año.
Éste se convirtió en el gran centro de evangelización y donde por primera vez
se le llamó Cristianos a los seguidores de la doctrina de Cristo.
Volvieron a Jerusalén enviados por los cristianos de la floreciente iglesia de Antioquía, con una colecta para
los que estaban pasando hambre en Judea.
El Espíritu Santo habló por medio de los maestros y profetas que
adoraban a Dios: "Separad a Pablo y Bernabé, para una tarea que les tengo
asignada".
Después de ayuno y oración Pablo y Bernabé recibieron
la misión y la imposición de manos. Partieron acompañados de Juan Marcos, primo
de Bernabé, futuro evangelista, a predicar a otros lugares, entre estos Chipre, la patria
de Bernabé. Allí convirtieron al procónsul romano Sergio Paulo, de quien Saulo tomó el nombre para predicar entre los gentiles.
Fueron luego a Perga en Panfilia, donde se inició el más peligroso viaje misionero.
Juan Marcos no estaba muy decidido y les abandonó, regresando solo a Jerusalén. Luego prosiguieron su viaje misionero por las
ciudades y naciones del Asia Menor.
En Iconio, capital de Licaonia, estuvieron a punto de morir
apedreados por la multitud. Se refugiaron en Listra, donde el Señor por medio de San
Pablo curó milagrosamente a un paralítico y por esa razón los habitantes
paganos dijeron que los dioses los habían visitado, haciendo lo imposible
evitaron que la población ofreciera sacrificios en honor a ellos y por eso se
pasaron al otro extremo y lanzaron piedras contra San Pablo y lo dejaron
maltrecho.
Tras una breve estancia en Derne, donde muchos se convirtieron, los
dos Apóstoles volvieron a las ciudades que habían
visitado previamente, para confirmar a los convertidos y para ordenar
presbíteros. Recordaban que "es necesario pasar por muchas tribulaciones
para entrar en el Reino de Dios" (Hch 14, 22). Después de completar la
primera misión regresaron a Antioquía de Siria.
Poco después, algunos de los judíos cristianos,
contrarios a las opiniones de Pablo y Bernabé, exigían que los nuevos
cristianos, aparte de ser bautizados fueran circuncidados. A raíz de eso, se
convocó al Concilio de Jerusalén. Se declaró entonces que los
gentiles convertidos estaban exentos del deber de la circuncisión.
Segundo viaje misionero
Ante el segundo viaje misionero surgió un conflicto
entre Pablo y Bernabé. Bernabé quería llevar a su primo Juan Marcos y Pablo se
oponía por haberles abandonado en la mitad del primer viaje (por miedo a tantas
dificultades). Por ello decidieron separarse. San Pablo se fue a su proyectado
viaje con Silas y Bernabé partió a Chipre con Juan
Marcos. lo cual según el evangelio lo llaman como el creador del evangelio Más
tarde se volvieron a encontrar como amigos misionando en Corinto (1 Co. 9, 5-6), por lo que se deduce que Bernabé aún
vivía y trabajaba en los años 56 o 57 P.C. Posteriormente San Pablo invita a
Juan Marcos a unirse a él, cuando estaba preso en Roma, cosa que
nos indica que Bernabé ya había muerto alrededor del año 60 o 61. Otros dicen
que era predicador en Alejandría y Roma y primer obispo de Milán.
Martirio
Escritos apócrifos hablan de un viaje a Roma y de
su martirio, hacia el año 70, en Salamina, por mano de los judíos de la diáspora, que lo
lapidaron. Tertuliano afirma que Bernabé escribió la Epístola a los Hebreos, otros creen que escribió en Alejandría la Epístola de Bernabé. En realidad, lo que se sabe de él tiene como fuente principal al Nuevo Testamento.
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